El deporte, en las actuales sociedades multiculturales y basadas en la convivencia en las ciudades con sus complejidades y ventajas, es un medio importantísimo de socialización para los adolescentes que encaran el paso a la vida adulta. Por un lado, el deporte supone la participación y el aprendizaje de unas determinadas “reglas de juego” que regulan las interacciones con el medio y con equipos (el propio y el oponente). Como sabemos la adolescencia es una etapa de la vida en el que se van constituyendo los primeros rasgos de identidad, por imitación de modelos y por oposición de los modelos tradicionales de la familia. Es un etapa de la vida llena de conflictos por gestionar. Por medio de la práctica de deportes colectivos se aprende a coordinar las habilidades propias con las de los compañeros y a generar conocimiento de estrategias para llevar a buen término los esfuerzos de unos y de otros. La práctica de un deporte colectivo ayuda a ir ajustando los objetivos personales y con ellos la imagen propia. La practica del deporte nos pone en contacto con nuestro cuerpo, su funcionamiento, posibilidades y limitaciones. En la adolescencia el cuerpo está en plena eclosión y ajuste hormonal, cerebral y muscular. Esos ajustes se producen en la práctica, en la exposición a dificultades y en la participación.

“El deporte es una alternativa para detener o prevenir el consumo de drogas”

El consumo de sustancia adictivas y las conductas de adicciones sin sustancias (juego, nuevas tecnologías, videojuegos, pornografía) actúan en la zona de recompensa de nuestro cerebro de forma directa sin la mediación de ninguna acción, excepto la de conseguir y consumir la sustancia o jugar o conectar con internet. Podríamos decir que produce de forma artificial y directa los mismos efectos que se producen a través de la práctica de la actividad física o el deporte colectivo. Esos efectos producen desequilibrios que después terminan colapsando la forma de pensar, sentir y actuar.

Desde la Asociación Cauces y por medio del Centro de Tratamiento CAPAC se integra la práctica deportiva con el proceso de desintoxicación, deshabituación y reinserción. Usamos básicamente dos tipos de deportes, el fútbol sala y la práctica del ciclismo en todas sus versiones. El grupo de compañeros acoge las diferencias de estado de forma y de gustos deportivos para dar a entender que es una herramienta de activación y de trabajo personal y de convivencia. En nuestro día a día reservamos 2 horas para activar el cuerpo ya sea dando pedales al ritmo de la música, que haciendo una excursión en bicicleta o echando una “pachanguita”. Eso si en condiciones óptimas de seguridad y de recuperación haciendo estiramientos y con una buena alimentación y descanso.